LOS CUENTOS DEL ABUELO

Navegando un río que de pronto se bifurca, el Narrador se encuentra con la isla de los cuentos perdidos, decide explorar. Le atrajo de inmediato un cartel que señalaba con letras en relieve => "LOS CUENTOS DEL ABUELO" <= , pase, vea, recuerde...

La hermana Teresa era una vidente a la que le atribuían el don de sanadora de cuerpos y almas, el joven pasaba todos los días por la puerta de su casa. Una larga cola de fervientes seguidores esperaban ser atendidos por ella. ¡Qué necios!... pensó el muchacho...y se sonrió no muy convencido; pues la hermana Teresa era su tía y él jamás se atrevía a visitarla...-lo que pasa es que tienes miedo- le susurró una voz interior. ¿Miedo yo? ¡Si son todas supercherías!...pero no entraba a visitarla ;)

Hasta que finalmente un día dijo, ¡basta con esta contradicción! Si es superchería ¿de que tengo miedo?...y encaró decidido la puerta de acceso.

¿Adonde va jovencito? hay mucha gente antes que ud, ¿que desea?  Nada -contestó- soy el sobrino y vengo a visitarla...¡Ohhh, es el sobrino, que pase, que pase!, dijeron sus fanáticos.

Él había tomado sus precauciones, no se dejaría impresionar ni hipnotizar por su tía, aunque le temblaban un poco las rodillas...ji ji.

Era una habitación enorme amoblada con muebles de estilo francés, ella reposaba en un sofá repleto de almohadones y le pidió a su colaboradora que se retire un momento. ¡Qué alegría verte! -dijo- tienes mucha protección espiritual del abuelo Marcos. El abuelo Marcos era mi abuelo materno y muerto antes de que la madre del muchacho se casara, mal podría conocerlo.

Teresa vio la cara de desconfianza  y dijo -te daré una prueba de su existencia-

Ahora viene el show....¡cuidado!...se advirtió el joven a sí mismo.

Está detrás tuyo, pero no temas, relájate...Marcos ejercerá una leve presión sobre tu hombro derecho...y también sobre el izquierdo...¿Sientes?

Y tuvo que admitir que sí, que sentía y no solo eso....el joven quedó literalmente haciendo equilibrio sobre sus talones! Una fuerza invisible y a la vez cariñosa lo sostenía en esa rara posición...

En la próxima entrada les cuento  cómo influyó el abuelo Marcos en la vida del muchacho
Hermana Teresa