LA INTROSPECCIÓN ES INCOMPLETA

La introspección es incompleta
En la percepción alerta sólo existe el presente; esto es, al estar alerta, uno ve el proceso por el cual la
influencia del pasado controla el presente y modifica el futuro. La percepción alerta es un movimiento
integral, no un proceso de división. Por ejemplo, si me formuló la pregunta: «¿Creo en Dios?», en el acto 
mismo de formularla puedo observar, si estoy alerta, qué es lo que me impulsa a plantearme esa pregunta; si
estoy alerta, puedo percibir cuáles han sido y cuáles son las fuerzas que están en juego y me obligan a
preguntarme eso. Entonces me doy cuenta de varias formas de miedo: las de mis antepasados, que crearon
cierta idea de Dios y me la transmitieron; y me doy cuenta de que yo, al combinar la idea de ellos con mis
reacciones presentes, he modificado o cambiado el concepto de Dios. Si estoy alerta, percibo todo este
proceso del pasado, su efecto en el presente y en el futuro; lo percibo integralmente, como una totalidad.
Si uno está alerta, ve cómo nuestro concepto de Dios surgió a causa del miedo; o quizás hubo una
persona que tuvo una experiencia original de la realidad, de Dios, y la comunicó a otra, la cual, en su codicia,
se apropió de esa experiencia original y dio ímpetu al proceso de la imitación. La percepción alerta es el
proceso de lo completo, y la introspección es incompleta. El resultado de la introspección es malsano, penoso,
mientras que la percepción alerta es entusiasmo y júbilo.
16 DE JUNIO OCK-Vol. III Meditaciones diarias con Krishnamurti. - El libro de la vida -

EL CONOCIMIENTO NO ES PERCEPCIÓN ALERTA

El conocimiento no es percepción alerta.
La percepción alerta es ese estado en el que la mente observa algo sin condenarlo ni aceptarlo, en el que
meramente se enfrenta a la cosa tal como es. Cuando usted mira una flor, cuando la mira no botánicamente, ve
la totalidad de la flor; pero si su mente está por completo ocupada con el conocimiento botánico acerca de lo 
que esa flor es, no está mirando totalmente la flor. Aunque pueda tener conocimientos sobre esa flor, si esos
conocimientos ocupan todo el campo de su mente, no está mirando la flor de una manera total.
Así pues, mirar un hecho es estar alerta al hecho. En esa percepción alerta no hay opción, ni condena, ni
agrado o desagrado. Pero muy pocos de nosotros podemos hacer esto, porque ya sea tradicionalmente, o desde
el punto de vista ocupacional, o en cualquier forma, somos incapaces de enfrentamos al hecho sin que
intervenga nuestro trasfondo. Tenemos que estar alerta a ese trasfondo. Debemos damos cuenta de nuestro
condicionamiento, y ese condicionamiento se revela a sí mismo cuando observamos un hecho; como uno se
interesa en la observación del hecho y no en el trasfondo, el trasfondo queda descartado. Cuando el interés
principal es comprender el hecho solamente, y cuando uno ve que el trasfondo le impide comprender el hecho,
entonces el interés vital en el hecho acaba con el trasfondo.
15 DE JUNIO OCK-Vol. XIII Meditaciones diarias con Kr9shnamurti - El libro dela vida -

LA ELIMINACIÓN DEL MIEDO ES EL PRINCIPIO DE LA ATENCIÓN

La eliminación del miedo es el principio de la atención
¿Cómo ha de originarse el estado de atención? No puede ser cultivado mediante la persuasión, la
comparación, la recompensa o el castigo, que son todas formas coercitivas. La eliminación del miedo es el
principio de la atención. El miedo debe existir, por fuerza, en tanto exista el apremio de «ser» o de «llegar a 
ser», que es la persecución del éxito, con todas sus frustraciones y todas sus contradicciones tortuosas. Usted
podrá enseñar concentración, pero la atención no puede enseñarse, tal como no es posible enseñar la
liberación respecto del miedo; la eliminación del miedo radica en la comprensión de sus causas. De modo que
la atención surge espontáneamente cuando el estudiante se halla rodeado de una atmósfera de bienestar
interno, cuando siente que está seguro, cómodo, y se da cuenta de la acción desinteresada que adviene con el
amor. El amor no compara, y así se terminan la envidia y la tortura del «llegar a ser»
13 DE JUNIO PDE Meditaciones diarias con Krishnamurti -El libro de la vida-

ATENCIÓN COMPLETA



    Atención completa
    ¿Qué entendemos por atención? ¿Hay atención cuando estoy obligando a mi mente a que atienda? 
    Cuando me digo: «Tengo que prestar atención, tengo que controlar mi mente y desechar todos los demás
    pensamientos», ¿llamaría usted atención a eso? Por cierto, eso no es atención. ¿Qué ocurre cuando la mente se
    obliga a prestar atención? Crea una resistencia para impedir que se filtren otros pensamientos, está interesada
    en resistir, en apartar, en desechar; por lo tanto, es incapaz de prestar atención. Eso es cierto, ¿verdad?
    Para comprender algo de manera total, usted debe concederle atención completa. Pero pronto descubrirá
    cuán extraordinariamente difícil es eso, porque su mente está habituada a las distracciones, de manera que se
    dice: «Dios mío, es bueno prestar atención, pero ¿cómo lo hago?». Es decir, está otra vez deseando obtener
    algo, de modo que jamás prestará atención completa [...]. Cuando usted ve un árbol o un pájaro, por ejemplo,
    prestar atención completa no es decir: «Es un roble», o: «Es un loro», y pasar de largo. Al nombrar, usted ya
    ha dejado de prestar atención [...]. Mientras que, si cuando mira algo está totalmente alerta, atento, hallará que
    tiene lugar una completa transformación, y que lo bueno es esa atención total. No hay otra cosa, y uno no
    puede obtener atención total por medio de la práctica. Con la práctica obtiene concentración, esto es, erige
    muros de resistencia, y dentro de esos muros de resistencia está la entidad que se concentra; pero eso no es
    atención, es exclusión.
    12 DE JUNIO OCK-Vol. X Meditaciones con Krishnamurti - El libro de la vida


LA ATENCIÓN ES ILIMITADA, NO TIENE FRONTERAS

La atención es ilimitada, no tiene fronteras
En el cultivo de la mente, nuestro acento no debe estar puesto en la concentración, sino en la atención. La concentración es un proceso de forzar a la mente para limitarla a un punto, mientras que la atención no tiene.
La atención es ilimitada, sin las fronteras del conocimiento. El conocimiento llega por medio de las
fronteras. En ese proceso de concentración, la mente está siempre limitada por una frontera, pero cuando nuestro interés consiste en comprender la totalidad de la mente, la mera concentración se vuelve un obstáculo. concentración, y cualquier ampliación del conocimiento sigue estando dentro de sus propias fronteras. En el estado de atención, la mente puede usar y usa el conocimiento que es, necesariamente, el resultado de la concentración; pero la parte jamás es lo total, y el hecho de reunir las numerosas partes no contribuye a la percepción de la totalidad. El conocimiento, que es el proceso aditivo de la concentración, no origina la comprensión de lo inconmensurable. Lo total jamás está dentro de los paréntesis de una mente concentrada. Por lo tanto, la atención es de importancia primordial, pero no adviene mediante el esfuerzo de la concentración. La atención es un estado en el que la mente está siempre aprendiendo, sin un centro en tomo del cual el conocimiento se concentra como experiencia acumulada. Una mente que se concentra sobre sí misma, usa el conocimiento como un medio para su propia expansión; y una actividad así se vuelve autocontradictoria y antisocial. 1 1 DE JUNIO ADV Meditaciones diarias con Krishnamurti -El libro de la vida-

UNA ATENCIÓN QUE NO ES EXCLUSIVA

Una atención que no es exclusiva 

Pienso que hay una diferencia entre la atención que dedicamos a un objeto determinado y la atención sin 
un objeto. Podemos concentramos en una idea especial, en una creencia, en un objeto, lo cual es un proceso 
de exclusión; y también hay una atención, una percepción alerta que no es exclusiva. De igual modo, existe un 
descontento sin motivo, un descontento que no es resultado de alguna frustración, que no puede ser 
canalizado, que no puede aceptar satisfacción alguna. Quizá no esté utilizando la palabra adecuada para ello, 
pero pienso que ese descontento extraordinario es lo esencial. Sin él, toda otra forma de descontento llega a 
ser tan sólo un pasaje hacia la satisfacción. 


10 DE JUNIO OCKVol. IX Meditaciones diarias con Krishnamurti - El libro de la vida -

ATENCIÓN SIN RESISTENCIA

Atención sin resistencia 

Usted sabe qué es el espacio. Hay espacio en esta habitación. La distancia que hay desde aquí al lugar 
donde se hospeda, entre el puente y su casa, entre esta orilla del río y la otra, todo eso es espacio. Ahora bien, 
¿hay también espacio en su mente? ¿O ésta se halla tan atestada que no contiene espacio alguno? Si su mente 
dispone de espacio, entonces en ese espacio hay silencio y de ese silencio proviene todo lo demás, porque 
entonces usted puede escuchar, puede prestar atención sin resistencia alguna. Por eso es muy importante 
contar con espacio en la mente. Si la mente no se halla atestada, incesantemente ocupada, puede escuchar a 
ese perro que ladra, escuchar el sonido de aquel tren que cruza el puente distante, y también estar plenamente 
atenta a lo que dice una persona que habla aquí. Entonces la mente es algo vivo, no una cosa apagada, muerta. 

8 DE JUNIO PDE Meditaciones con KRISHNAMURTI - El libro de la vida -

EL ARTE DE ESCUCHAR ES EL ARTE DE LIBERARSE

El arte de escuchar es el arte de liberarse 

Alguien le está diciendo algo, usted escucha. El acto mismo de escuchar es el acto de liberarse. Cuando 
usted ve el hecho la percepción misma de ese hecho es la liberación respecto del hecho percibido. El escuchar 
en sí, el ver algo como un hecho, ese ver mismo, tiene un efecto extraordinario, sin que intervenga el esfuerzo 
del pensamiento. 

... Tomemos una cosa, digamos la ambición. Hemos examinado suficientemente lo que hace, cuáles son 
sus efectos. Una mente ambiciosa jamás puede saber qué es sentir simpatía, tener piedad, amar. Una mente 
ambiciosa es una mente cruel, ya sea que se trate de una ambición externa, interna o espiritual. Y bien, usted 
ha oído eso. Lo oye; cuando lo oye, lo traduce a su modo y dice: «¿Cómo puedo vivir en este mundo que está 
basado en la ambición?» Por consiguiente, no ha escuchado. Ha respondido, ha reaccionado a una 
declaración, a un hecho; en consecuencia, no está mirando el hecho. Tan sólo traduce el hecho o emite una 
opinión acerca del hecho o responde al hecho; por lo tanto, no mira el hecho [...]. Si uno escucha -en el 
sentido de ver algo sin evaluarlo, sin juzgarlo ni reaccionar a ello-, entonces el hecho crea esa energía que 
destruye, elimina, arrasa la ambición, que es el origen del conflicto. 

7 DE JUNIO OCK-Vol. XII Meditaciones diarias con Krishnamurti - El libro de la vida.

LA ENERGÍA CREATIVA

La energía creativa
Ahora nos preguntamos: Existe una energía que no esté dentro del campo del pensamiento, que no sea el
resultado de esa energía compulsiva, autocontradictoria, ni de la autorrealización con frustraciones?
Comprende la pregunta? Espero estar expresándome con claridad. Porque, a menos que descubramos la 
calidad de esa energía que no es meramente el producto del pensamiento, el cual poco a poco genera energía,
pero una energía que es también mecánica, a menos que descubramos esa calidad de energía, la acción será
destructiva, ya sea que hagamos reformas sociales, escribamos libros excelentes, seamos muy hábiles en los
negocios, o generemos divisiones nacionalistas y participemos en otras actividades políticas y demás. Ahora
bien, la pregunta es si existe una energía semejante; no desde el punto de vista teórico, porque cuando nos
enfrentamos con hechos es infantil e inmaduro introducir teorías. Es como el caso de un hombre que tiene
cáncer y debe ser operado; de nada sirve discutir qué clase de instrumentos han de ser utilizados, etc.; uno
tiene que enfrentarse al hecho de que debe ser operado. De igual modo, una mente tiene que profundizar en
los hechos, debe hallarse en un estado en el que no sea esclava del pensamiento. Al fin y al cabo, todo
pensamiento dentro del tiempo es invención; todos los artefactos, los aviones, los refrigeradores, los cohetes
espaciales, la exploración dentro del átomo, todo eso es resultado del conocimiento, del pensar. Estas cosas no
son creación, la invención no es creación, la capacidad no es creación; el pensamiento jamás puede ser
creativo, porque el pensamiento está siempre condicionado y nunca puede ser libre. Sólo es creativa esa
energía que no es producto del pensamiento.
5 DE JUNIO OCK-Vol. XII Meditaciones diarias con Krishnamurti - El libro de la vida.

Comentarios

LA DUALIDAD GENERA CONFLICTO

LA DUALIDAD GENERA CONFLICTO
El conflicto de cualquier clase ‑físico, psicológico, intelectual- es un desperdicio de energía. Por favor, es extraordinariamente difícil comprender esto y estar libre del conflicto, porque a casi todos nos han educado para luchar, para esforzarnos. Cuando vamos a la escuela, eso es lo primero que nos enseñan: que debemos esforzarnos. Y esa lucha, ese esfuerzo, son sostenidos a lo largo de toda la vida; es decir, para ser buenos debemos luchar, debemos combatir el mal, debemos resistir, controlar. Así, desde el punto de vista educativo, sociológico, religioso, al ser humano se le enseña a luchar. Se le dice que para encontrar a Dios debe trabajar, disciplinarse, practicar, retorcer y torturar su alma, su mente, su cuerpo, negando, reprimiendo; no debe mirar, tiene que luchar, luchar y luchar en el nivel así llamado espiritual, que no es espiritual en absoluto. Así pues, socialmente cada uno se esfuerza para sí mismo, para su familia.
... Por consiguiente, en todas partes estamos desperdiciando energía. Y ese desperdicio de energía es, en esencia, conflicto: el conflicto entre los «debería» y «no debería», los «debo» y «no debo». Una vez creada la dualidad, el conflicto es inevitable. Uno ha de comprender, pues, todo este proceso de la dualidad; no es que no haya hombre y mujer, verde y rojo, luz y oscuridad, alto y bajo; todos esos son hechos. El desperdicio de energía tiene lugar en el esfuerzo que dedicamos a esta división entre el hecho y la idea.
2 de junio; Obras Completas de J. Krishnamurti - Vol. X