El conocimiento no es percepción alerta.
La percepción alerta es ese estado en el que la mente observa algo sin condenarlo ni aceptarlo, en el que
meramente se enfrenta a la cosa tal como es. Cuando usted mira una flor, cuando la mira no botánicamente, ve
la totalidad de la flor; pero si su mente está por completo ocupada con el conocimiento botánico acerca de lo
que esa flor es, no está mirando totalmente la flor. Aunque pueda tener conocimientos sobre esa flor, si esos
conocimientos ocupan todo el campo de su mente, no está mirando la flor de una manera total.
meramente se enfrenta a la cosa tal como es. Cuando usted mira una flor, cuando la mira no botánicamente, ve
la totalidad de la flor; pero si su mente está por completo ocupada con el conocimiento botánico acerca de lo
que esa flor es, no está mirando totalmente la flor. Aunque pueda tener conocimientos sobre esa flor, si esos
conocimientos ocupan todo el campo de su mente, no está mirando la flor de una manera total.
Así pues, mirar un hecho es estar alerta al hecho. En esa percepción alerta no hay opción, ni condena, ni
agrado o desagrado. Pero muy pocos de nosotros podemos hacer esto, porque ya sea tradicionalmente, o desde
el punto de vista ocupacional, o en cualquier forma, somos incapaces de enfrentamos al hecho sin que
intervenga nuestro trasfondo. Tenemos que estar alerta a ese trasfondo. Debemos damos cuenta de nuestro
condicionamiento, y ese condicionamiento se revela a sí mismo cuando observamos un hecho; como uno se
interesa en la observación del hecho y no en el trasfondo, el trasfondo queda descartado. Cuando el interés
principal es comprender el hecho solamente, y cuando uno ve que el trasfondo le impide comprender el hecho,
entonces el interés vital en el hecho acaba con el trasfondo.
agrado o desagrado. Pero muy pocos de nosotros podemos hacer esto, porque ya sea tradicionalmente, o desde
el punto de vista ocupacional, o en cualquier forma, somos incapaces de enfrentamos al hecho sin que
intervenga nuestro trasfondo. Tenemos que estar alerta a ese trasfondo. Debemos damos cuenta de nuestro
condicionamiento, y ese condicionamiento se revela a sí mismo cuando observamos un hecho; como uno se
interesa en la observación del hecho y no en el trasfondo, el trasfondo queda descartado. Cuando el interés
principal es comprender el hecho solamente, y cuando uno ve que el trasfondo le impide comprender el hecho,
entonces el interés vital en el hecho acaba con el trasfondo.
15 DE JUNIO OCK-Vol. XIII Meditaciones diarias con Kr9shnamurti - El libro dela vida -
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