Malibu, California.
6, Abril, 1975
No es ese extraordinário azul del Mediterrâneo; el Pacífico tiene un azul etéreo, especialmente cuando sopla una suave brisa desde el oeste mientras uno maneja el auto hacia el norte por la carretera de la costa.
¡Es un azul tan tierno, tan deslumbrante, puro y pleno de júbilo!
En ocasiones, uno puede ver ballenas resoplando en su camino hacia el norte, y raramente se divisan sus cabezas cuando salen fuera del agua.
Había todo un grupo de ellas resoplando; deben de ser animales muy poderosos.
Ese día el mar era un lago silencioso y completamente inmóvil, sin una sola ola; no tenía ese claro azul danzante.
El mar estaba dormido y uno lo contemplaba con asombro.
La casa tenía vista al mar.
Es una hermosa casa, con un tranquilo jardín, césped verde y flores.
Es espaciosa y se halla iluminada por el sol de Califórnia.
También las liebres gustaban de ella; venían temprano en la madrugada y al anochecer para comerse las flores; pensamientos recién plantados, caléndulas y pequeñas plantitas en floración.
Uno no podia mantenerlas afuera pese a que rodeando todo el jardín había una cerca de alambre; y matarlas hubiera sido un crimen.
Pero un gato y una lechuza bodeguera pusieron orden en el jardín; el gato negro deambulaba por el jardín y la lechuza se posaba durante el día entre los corpulentos eucaliptos; uno podia verla, inmóvil, con los ojos cerrados, grande y redonda.
Los conejos desaparecieron y el jardín floreció, y el Pacífico azul fluía suavemente.
Sólo el hombre trae desorden al universo.
Es cruel y extremadamente violento.
Dondequiera se encuentre produce desdicha y confusión en él mismo y en el mundo que lo rodea.
Lo devasta y destruye todo, no conoce la compasión.
Carece de orden internamente y, por eso, lo que toca se vuelve corrupto y caótico.
Su política ha llegado a ser un refinado gangsterismo de poder, fraude
* Ésta es la casa donde estuvo hospedado en Malibú.
personal o nacional, lucha de un grupo contra otro grupo.
Su economía es restringida y, por tanto, no es universal.
Su sociedad es inmoral, tanto bajo un régimen libre como tiránico.
No es religioso, aunque crea, practique cultos y pase por interminables rituales sin sentido.
¿Por qué se ha vuelto así -cruel, irresponsable y tan por completo egoísta?
¿Por qué?
Existen un centenar de explicaciones, y los que lo explican ingeniosamente con palabras que brotan del conocimiento de muchos libros y experimentan sobre animales, están ellos mismos atrapados en la red de la ambición, la arrògancia, la agonía y el dolor humanos.
La descripción no es lo descrito, la palabra no es la cosa.
¿Ocurre ello porque elhombre busca las causas externas, el medio que lo condiciona, esperando que el cambio exterior transforme al hombre interno?
¿Esporque se halla tan apegado a sus sentidos, dominado por sus requerimientos inmediatos?
¿Es porque vive tan enteramente en el
movimiento del pensar y del conocer?
¿Ello ocurre porque
siendo tan romántico, sentimental, se vuelve cruel en sus ideales,
en sus enganos y pretensiones?
¿Porque siempre es conducido
como seguidor o se vuelve un líder, un gurú?
Esta división como lo externo y lo interno, es el comienzo del
conflicto y la desdicha; el hombre se encuentra preso en esta contradicción, en esta tradición sempiterna.
Atrapado en esta división insensata, está perdido y se vuelve un esclavo de otros.
Lo externo y lo interno son imaginación e invención dei pensamiento; como el pensamiento es fragmentário; contribuye al desorden
y al conflicto -lo que implica división-.
El pensamiento no puede generar orden, un fluir sin esfuerzo de la virtud.
La virtud no
es la continua repetición de la memória, de la práctica.
El conocimiento-pensamiento está atado al tiempo.
Por su misma naturaleza y estructura, el pensamiento no puede captar el fluir íntegro de
la vida como un movimiento total.
El conocimiento-pensamiento
no puede percibir inteligentemente esta totalidad; no puede darse
cuenta de esto, percibirlo sin opción alguna, mientras siga siendo
el percibidor, el observador externo que mira hacia lo interno.
El conocimiento del pensar no tiene cabida en la percepción.
El pensador es el pensamiento; el percibidor es lo percibido.
Sólo entonces hay un suave fluir, un movimiento sin esfuerzo alguno en nuestra vida cotidiana.