CONFUSIÓN

¿De qué vamos a conversar Narrador? preguntó el señor X.

Me gustaría investigar qué es la confusión, su naturaleza...el por qué vivimos en semejantes enredos.

Desde el arranque le digo que la pregunta, si bien surge de una necesidad de orden, está mal formulada.

¿Por qué?

Es muy sencillo, la pregunta "¿por qué?" invita a formular explicaciones todas ellas un poco neuróticas e interminables, le doy un ejemplo, la confusión es : eso, esto, aquello y lo de más allá. Si usted acepta como válidas mis explicaciones agrega un elemento más a la confusión, ahora ha incorporado una idea de cómo habérselas con ella o sea, una nueva división . ¿Se comprende lo que intento decir?

Sí, y a ello le agrego que si usted es una persona respetada como autoridad espiritual, lo que usted diga se convierte en un dogma indiscutible y en el "mientras tanto" la confusión sigue haciendo estragos.

Exploremos juntos, como dos amigos, otra clase de abordaje que no sean las explicaciones, ya vimos que ellas conducen a mayor confusión y lucha.

Tomemos como punto de partida dos palabras antagónicas, afecto y efecto...

Bien, afecto significa acercamiento y efecto implica una reacción, un alejarse del hecho considerado, ¿verdad?

Eso quiere decir que para comprender la confusión tiene que existir afecto para acercarme a ella, pero uno no se acerca demasiado porque la detesta, tiene prejuicios, por lo tanto surge el efecto, la reacción del "yo" perturbado

Así es Narrador, si deja de lado sus prejuicios raciales, culturales, etc verá que lo que usted considera repulsivo, detestable, hace un cambio radical  en "su" consciencia. El Narrador es narración.