¡Que la muerte nos sorprenda vivos!
Esta frase impregnó al Narrador e inmediatamente se puso a la tarea de poner orden, ¿y en qué consistió esto?...cuando hubo un espacio de silencio no inducido...mirar el contenido total de su memoria psicológica.
Lo primero que surgió fue un conglomerado de situaciones contradictorias, imágenes, palabras, sentimientos. Todo pertenecía a hechos pasados. Vimos que había un factor común, ¿a qué o quién le sucedía todo esto? Esos fragmentos es el yo divisivo. Pido perdón a quienes en mi ignorancia pude haber lastimado. Eso ocurrió en un instante pero para poder contarlo el narrador necesitó tiempo.
No hay olvido, solo el hecho de quitar la carga emocional para que no quieran revivivr en el presente que es su forma de perdurar y repetirse. Ojalá haya sido claro. Un abrazo para todos ustedes.