¡Cuán pocos entre nosotros somos generosos, magnánimos, compasivos! Sois generosos cuando os conviene, compasivos cuando esperáis algún provecho. Cuando esas cosas desaparezcan, cuando no ocupen vuestra mente, y cuando las cosas de la mente no llenen vuestro corazón, entonces habrá amor; y sólo el amor puede transformar la actual locura e insania del mundo, no los sistemas, ni las teorías de izquierda o de derecha. Sólo amáis realmente cuando no poseéis, cuando no sois envidiosos, codiciosos, cuando sois respetuosos, cuando tenéis misericordia y compasión, cuando tenéis consideración por vuestra esposa, vuestros hijos, vuestro vecino, vuestros infortunados servidores
Acerca del amor no se puede pensar; el amor no puede ser cultivado ni practicado. La práctica del amor, la práctica de la fraternidad, sigue estando en el ámbito de la mente, y por lo tanto no es amor. Cuando todo eso ha cesado, entonces surge el amor, entonces conoceréis qué es amar. Por consiguiente el amor no es cuantitativo sino cualitativo. No decís “amo al mundo entero”; pero cuando sabéis amar a uno, sabéis amar a todos. Es porque no sabemos amar a uno, que nuestro amor a la humanidad es ficticio. Cuando amáis, no hay uno ni muchos: hay sólo amor. Sólo cuando hay amor pueden resolverse todos nuestros problemas; y entonces conoceremos su felicidad y su bienaventuranza. j. krishnamurti.
Acerca del amor no se puede pensar; el amor no puede ser cultivado ni practicado. La práctica del amor, la práctica de la fraternidad, sigue estando en el ámbito de la mente, y por lo tanto no es amor. Cuando todo eso ha cesado, entonces surge el amor, entonces conoceréis qué es amar. Por consiguiente el amor no es cuantitativo sino cualitativo. No decís “amo al mundo entero”; pero cuando sabéis amar a uno, sabéis amar a todos. Es porque no sabemos amar a uno, que nuestro amor a la humanidad es ficticio. Cuando amáis, no hay uno ni muchos: hay sólo amor. Sólo cuando hay amor pueden resolverse todos nuestros problemas; y entonces conoceremos su felicidad y su bienaventuranza. j. krishnamurti.