VIVIR

El café Kafka estaba literalmente colmado de turistas. Los dueños del bar son amigos y nos ubicaron en un discreto rinconcito. En la mesa próxima hablaban casi a los gritos y todos a la vez...el tema era...jajajajajaja...la polución ambiental, la falta de agua potable, la destrucción de bosques con incendios intencionales, el efecto invernadero y el último que habló parecía ser un ecologista con información bastante precisa...la culpa es básicamente la superpoblación y el exceso de crianza de animales para el consumo, dijo, y dio un detalle de cómo nos afecta todo eso, lo difícil de la situación y como las principales ONG. no hacen nada al respecto porque a quienes habría que denunciar son los principales aportantes para esas instituciones, es una brasa ardiendo que nadie quiere tener entre sus manos y menos los políticos enfrascados en su eterna lucha por el poder.
El señor X, que eventualmente acompañaba al narrador en una atenta escucha nos manifestó...Vea, el problema existe, es real, pero el abordaje del mismo está equivocado, ninguna respuesta externa ni sistema político dará con la tecla justa.
Pero entonces, ¿qué se puede hacer al respecto antes de que sea demasiado tarde?
El proceso de destrucción ya está en marcha y sigue su propia inercia, pero sí unos pocos, digamos 10 personas terminan con el ego en forma total y pública, se gestará una verdadera revolución social, basada en otros principios... 
...¿qué son?...amor, inteligencia,compasión....o para usar una antigua palabra que lo engloba a todo...discernimiento total...echar luz sin sombras sobre todo este asunto. Lo noto escéptico Narrador...