CONFESIÓN

Vea Narrador, me acerco a su mesa porque quisiera hablar con usted, si es que mi intromisión no le molesta...

Lo escucho, ¿de qué se trata?

Hemos compartido mesa en otras ocasiones, pero quería tener una charla en privado...

No se preocupe por eso, solo publico el blog en Facebook y Google +,   jajajajajaja y casi nadie lo lee. ;-)

Mire, quisiera discutir la soledad del aislamiento...después de muchos años de una carrera considerada exitosa en el mundo de los negocios donde la ambición y competencia son muy valorados, me encuentro en un desierto. El sistema ha decidido que mi esfuerzo no es suficiente y pide más y más. Estoy atrapado en ese laberinto.

¿y cuál es su pregunta, quiere una fórmula para salir de ese atolladero?

No, solo ver si conversando sin tapujos aparece algo de claridad.

No es mi intención ser cruel, pero tiene que admitir que mientras el sistema le ofrecía réditos convenientes para su ambición; muy buenos colegios privados para sus hijos, seguridad económica, y un alto nivel de confort, usted no ponía objeciones, ¿verdad?

Es verdad.

Y ahora que la situación comienza a cambiar y es posible que lo desplace alguien más joven y ambicioso, hace un balance....y cosecha soledad y aislamiento, ¿es así?

En parte es eso, pero...no lo sé expresar muy bien...en ese doloroso desierto siento como un llamado, como advirtiendo que otro tipo de vida es posible.

Es posible...el primer paso es el último...comprenda su desdicha, lo demás vendrá solo sin ninguna clase de esfuerzo.