PLÁTICA EN VALPARAÍSO
Amigos:
Antes de entrar en el tema de mi plática, quisiera decirles que no pertenezco a ninguna organización y que he venido a Chile por invitación de algunos amables amigos. Pertenecer a cualquier organización no ayuda mucho al claro pensar; y como en los diarios y en otras partes se ha dicho que soy un teósofo, y como también me han calificado con otros rótulos, creo que sería bueno declarar que no pertenezco a ninguna secta o sociedad; sostengo, asimismo, que es perjudicial forzar al pensamiento dentro de una determinada rutina.
El pensamiento no pertenece a ninguna nacionalidad, no es de Oriente ni de Occidente. Lo que es verdadero no pertenece con exclusividad a ningún tipo particular de raza. Por favor, no descarten lo que digo calificándolo de comunista o anarquista, o diciendo que carece de toda significación especial para los problemas de hoy en día. Lo que digo tiene que ser comprendido por su valor intrínseco y no debe ser considerado como un nuevo sistema. Y, por favor, tampoco piensen que soy meramente destructivo. Lo que, por lo general, uno llama constructivo, es el ofrecimiento de un sistema a fin de que ustedes puedan seguirlo mecánicamente, sin mucha reflexión.
Todos decimos que debe haber un cambio completo en el mundo. Vemos tanta explotación de una raza por otra, de una clase por otra, de los seguidores por sus religiones, vemos tanta pobreza, desdicha... y al mismo tiempo, abundancia. Vemos la enfermedad del nacionalismo, del imperialismo, extendiéndose por todas partes con sus guerras, destruyendo la vida humana, nuestra vida, la vida que debería ser sagrada.
Vemos, pues, a nuestro alrededor, un caos completo y un sufrimiento intenso. Tiene que haber un cambio dinámico, universal en el pensamiento y el sentimiento humano, Algunos dicen: “Dejémoslo a los expertos, dejemos que ellos desarrollen un sistema conveniente y nosotros lo seguiremos”. Otros dicen que tiene que haber un movimiento de masas para cambiar completamente el medio en que vivimos.
Ahora bien, si uno deja meramente la totalidad del problema humano a los expertos, entonces uno, el individuo, se convierte en un mecanismo superficial y vacío.
Cuando ustedes hablan de un movimiento de masas, ¿qué entienden por masa? ¿Cómo puede haber un movimiento de masas nacido milagrosamente? Sólo puede surgir gracias a una cuidadosa comprensión y acción por parte del individuo. Para captar este problema humano, para captarlo sin reacciones superficiales, debemos pensar de una manera directa y simple. Al comprender la verdad, nuestros problemas quedarán resueltos. Los individuos tienen que cambiar fundamentalmente. Para producir un genuino movimiento de masas que no explote al individuo, cada uno debe ser responsable por sus acciones, No podemos ser irreflexivos, semejantes a máquinas. Casi todos tenemos miedo de pensar con profundidad, porque eso implica un gran esfuerzo y, además, percibimos en ello un vago peligro. Pero debemos comprender las limitaciones en que se halla atrapada nuestra mente y, al liberamos de ellas, habrá una verdadera realización.
Cada individuo, sutil o groseramente, está buscando todo el tiempo su propia seguridad. Donde hay una búsqueda objetiva o subjetiva de seguridad, tiene que haber temor. A causa del temor, el hombre ha desarrollado objetivamente una clase de sistema y, a causa del temor, se ha sometido subjetivamente a otra. Comprendamos, pues, estos sistemas que el hombre ha creado.
Este sistema objetivo se basa esencialmente en la explotación. Como el individuo está buscando fundamentalmente su propia seguridad, la familia se convierte en el núcleo y principio mismo de la explotación. La familia ha venido a significar perpetuación propia. Aunque podamos decir que amamos a nuestra familia, esa palabra está mal empleada, porque un amor semejante no es sino la expresión del afán posesivo. De ese apego posesivo se han desarrollado las discriminaciones de clase, y los medios de obtener riqueza están custodiados en manos de unos pocos. Piensen en lo absurdo que es dividir el mundo en clases, nacionalidades, religiones y sectas. El amor al país se convierte en instrumento de explotación y da como resultado el imperialismo; y el paso siguiente es la guerra, matar al hombre. Objetivamente, la mente individual es sujetada en un sistema de explotación, lo cual crea constante conflicto, sufrimiento y guerra. Esta expresión objetiva no es sino la consecuencia del deseo y de la búsqueda de la propia seguridad.
Subjetivamente, el hombre ha creado un sistema al que él llama religión. Ahora bien, las religiones, aunque profesan el amor, se basan fundamentalmente en el miedo. Donde hay miedo, tiene que haber autoridad. La autoridad crea dogmas, credos e ideales. Las religiones son nada más que formas cristalizadas, muertas, de la creencia. Para administrarlas existen los sacerdotes, quienes se convierten en nuestros explotadores. {Aplausos)
Me temo que concuerdan demasiado fácilmente, ya que son ustedes los que crean a los explotadores; anhelan sentirse seguros y se aferran a aquello que les garantiza la propia continuidad. Escapar meramente de este deseo hacia alguna actividad, no significa que se han liberado de este anhelo sutil y egoísta.
Por lo tanto, en el mundo objetivo tienen un sistema que impide despiadadamente la realización de cada individuo, y en el mundo subjetivo tienen un sistema organizado que, a causa de la autoridad, de los dogmas, la creencia y el temor, está destruyendo el discernimiento individual de la realidad, de la verdad. La acción nacida de esta búsqueda subjetiva y objetiva de seguridad está creando continuamente limitación y da origen a toda clase de frustraciones. No hay plenitud, no hay realización.
Podrá haber bienestar para la humanidad sólo cuando cada individuo se realice verdaderamente. Para que haya plena realización individual, ustedes, que ahora no son sino reacciones repetitivas, piezas en una maquinaria social y religiosa, tienen que convertirse en individuos; para ello han de cuestionar todos los valores morales, sociales y religiosos, y descubrir por sí mismos -sin seguir a ninguna persona, ningún sistema en particular el verdadero significado de tales valores. Entonces discernirán que estos valores se basan fundamentalmente en el egoísmo, en el interés propio. La mera imitación de valores cuyo profundo significado no han comprendido, debe llevar a la frustración. En vez de esperar un cambio milagroso, un movimiento de masas, es cada uno de ustedes, el individuo, el que debe despertar; tienen que entrar en conflicto con aquellos valores que han establecido a causa de su anhelo de seguridad.
Esto lo hacen sólo cuando hay sufrimiento. Ahora casi todos desean evitar el conflicto, el sufrimiento; quisieran sentarse cómodamente y examinar los valores más bien desde un punto de vista intelectual. Dicen que tiene que haber un despertar de la masa, un movimiento de masas a fin de cambiar el medio. Por lo tanto, arrojan la responsabilidad de la acción sobre esta cosa indefinida llamada la masa, y el hombre continúa sufriendo. Se aseguran para sí mismos un rincón a salvo, al que engañosamente, astutamente llaman moral y de este modo incrementan el caos y el sufrimiento. En esto no hay felicidad ni inteligencia ni verdadera realización, sino sólo miedo y dolor. Dése cuenta de todo esto cada uno de ustedes, y cambie el curso de su pensamiento y de su acción.
Pregunta: ¿Piensa usted que la Liga de las Naciones tendrá éxito en impedir una nueva guerra mundial?
KRISHNAMURTI: ¿Cómo pueden cesar las guerras mientras existan las divisiones de nacionalidades y de gobiernos soberanos? ¿Cómo puede prevenirse la guerra cuando hay divisiones de clase, explotación, cuando cada uno está buscando su propia seguridad individual y creando temor? No puede haber paz en el mundo si cada uno de ustedes está subjetivamente en guerra. Para producir verdadera paz en el mundo, de modo que el hombre no sea matado despiadadamente por un ideal llamado prestigio, honor nacional -que no es sino interés creado-, usted, el individuo, tiene que liberarse de la codicia. Mientras ésta exista, habrá por fúerza conflicto y desdicha. Así que, para resolver el dolor humano, no recurran meramente a un sistema, sino vuélvanse inteligentes. Desechen todas las estupideces que ahora abruman la mente, y piensen de una manera nueva, simple y directa con respecto a la guerra, a la explotación y a la codicia. Entonces no necesitarán esperar que los gobiernos, que actualmente no son sino expresiones del interés establecido, cambien las absurdas y crueles condiciones que imperan en el mundo.
Pregunta: ¿Puede el divorcio ser una solución para el problema del sexo?
KRISHNAMURTI: Para comprender este problema no podemos abordarlo aisladamente. Si deseamos comprender cualquier problema, debemos considerarlo de manera global, como un todo, no exclusivamente, como una parte.
¿Por qué debería existir en absoluto este problema? Si lo examinan a fondo verán que, debido al temor, nuestra energía creativa es frustrada, limitada por la autoridad, por la compulsión. La mente y el corazón están impedidos de vivir profundamente, a causa de lo que uno llama moralidad, la cual se basa en el temor y en la seguridad egoísta. De este modo, el sexo se ha vuelto un problema devorador, porque sin amor es sólo sensación. Si quisieran liberar la energía creativa del pensamiento y la emoción y así resolver este problema del sexo, entonces la mente debería desenredarse de los obstáculos y las ilusiones que ella misma se ha impuesto. Para vivir de manera feliz, inteligente, la mente debe hallarse libre de temor. Gracias a este despertar adviene la dicha del amor, en el cual no existe el espíritu posesivo. Este problema del sexo surge cuando el amor es destruido por el miedo, los celos, el afán de poseer.
Pregunta: Las iglesias, ¿no son útiles para la elevación moral del hombre?
KRISHNAMURTI: ¿Qué es la moralidad actual? Cuando uno comprende a fondo el significado de la moralidad existente y se libera de sus interesadas y egoístas limitaciones, entonces hay inteligencia, la cual es auténticamente moral. La verdadera moralidad no se basa en el temor y, por ende, está libre de compulsión. La moralidad existente, aunque manifieste amor y nobleza de sentimientos, se basa en la seguridad egoísta y en la codicia, ¿Usted desea que se mantenga esa moralidad? Las iglesias están fundamentadas en nuestro temor, en nuestro propio deseo de una continuación personal. Tanto la moralidad de la religión como la de los negocios, se originan en la exigencia profunda de seguridad egoísta; por lo tanto, eso no es moral. Ustedes deben cambiar radicalmente su propia actitud hacia la moralidad. Las iglesias y otras organizaciones no pueden ayudarlos, porque ellas mismas se basan en la estupidez y codicia humanas.
¿Cómo puede haber verdadera moralidad, si los gobiernos de todo el mundo y también las iglesias, honran a esas personas que son las expresiones supremas de la codicia? Toda esta estructura de moralidad es sostenida por ustedes; en consecuencia, sólo mediante el propio pensar y actuar podrán transformarla radicalmente y dar origen a la verdadera moralidad, a la verdadera inteligencia.
Pregunta: ¿Hay vida más allá de la tumba? ¿Qué significado tiene para usted la muerte?
KRISHNAMURTI: ¿Por qué se interesan ustedes en el más allá? Porque el vivir aquí ha perdido su significado profundo; en este mundo no hay plenitud de realización ni amor duradero, sino sólo conflicto y dolor. Por lo tanto, abrigan esperanzas en un mundo, el más allá, en el cual vivirán dichosamente, plenamente. A causa de que no han tenido una oportunidad de realización aquí, esperan poder realizarse totalmente en otra vida. O desean volver a encontrarse con aquéllos que la muerte ha hecho que perdieran, lo cual no hace sino indicar el vacío que experimentan. Si yo digo que hay vida en el más allá y otro dice que no la hay, usted elegirá al que le ofrece la satisfacción mayor y, de este modo, se volverá un esclavo de la autoridad. El problema, pues, no está en saber si existe un más allá, sino en comprender aquí la plenitud de la vida que es eterna, en liberar la acción a fin de que no siga creando limitaciones.
Para el hombre que se realiza plenamente, que no se ha separado del movimiento de la realidad, para él la muerte no existe. ¿Cómo puede uno vivir de tal manera que la acción sea realización plena? ¿Cómo puede uno estar enamorado de la vida? Para estar enamorados de la vida, para realizamos, nuestra mente debe hallarse libre, gracias a la comprensión profunda, de esas limitaciones que la obstruyen y la frustran; uno tiene que darse cuenta, tomar conciencia de todos los impedimentos que residen en el trasfondo de la mente. Dentro de cada uno de nosotros está el inconsciente que continuamente obstaculiza, falsea a la inteligencia; ese inconsciente torna a la vida incompleta. Por medio de la acción, del vivir, del sufrimiento, deben sacar todas esas cosas que están ocultas, encerradas. Cuando la mente no se halla ocupada, a causa del temor, con el más allá, sino que está por completo consciente, alerta al presente con su profunda significación, entonces existe el movimiento de la realidad, de la vida que no es “suya” ni “mía”.
Pregunta: Lo que usted dice puede ser útil para el hombre culto, ¿pero no generará caos en el ignorante?
KRISHNAMURTI: Es muy difícil determinar quién es el culto y quién el ignorante. (Risas) Uno puede leer muchos libros, tener muchos compañeros, pertenecer a distintos clubes, poseer muchísimo dinero y, sin embargo, ser el más ignorante de los hombres
Cuando usted se preocupa por el ignorante, eso indica, por lo general, que hay temor, que no desea ser perturbado o desalojado de sus logros. Por eso dice que habrá desorden y caos; como si ahora no hubiera caos y sufrimiento en el mundo. No se preocupe por el ignorante, sino obsérvese y vea si sus acciones son inteligentes y están libres de temor, ya que sólo así crearán un medio apropiado. Pero así, sin comprensión, KRISHNAMURTI: Es muy difícil determinar quién es el culto y quién el ignorante. (Risas) Uno puede leer muchos libros, tener muchos compañeros, pertenecer a distintos clubes, poseer muchísimo dinero y, sin embargo, ser el más ignorante de los hombres.
Cuando usted se preocupa por el ignorante, eso indica, por lo general, que hay temor, que no desea ser perturbado o desalojado de sus logros. Por eso dice que habrá desorden y caos; como si ahora no hubiera caos y sufrimiento en el mundo. No se preocupe por el ignorante, sino obsérvese y vea si sus acciones son inteligentes y están libres de temor, ya que sólo así crearán un medio apropiado. Pero así, sin comprensión, KRISHNAMURTI: Es muy difícil determinar quién es el culto y quién el ignorante. (Risas) Uno puede leer muchos libros, tener muchos compañeros, pertenecer a distintos clubes, poseer muchísimo dinero y, sin embargo, ser el más ignorante de los hombres.
Cuando usted se preocupa por el ignorante, eso indica, por lo general, que hay temor, que no desea ser perturbado o desalojado de sus logros. Por eso dice que habrá desorden y caos; como si ahora no hubiera caos y sufrimiento en el mundo. No se preocupe por el ignorante, sino obsérvese y vea si sus acciones son inteligentes y están libres de temor, ya que sólo así crearán un medio apropiado. Pero así, sin comprensión, meramente se preocupa por el ignorante, se convierte usted en un sacerdote y en un explotador. Si ustedes, que supuestamente son cultos, que disponen de tiempo libre, no asumen la plena responsabilidad de sus acciones, entonces habrá un caos mayor, más desdicha y sufrimiento.
Pregunta: En momentos de un gran vacío, cuando uno piensa en la inutilidad de su propia existencia, busca lo opuesto, o sea, ser útil a los demás. ¿No es eso escapar del conflicto? ¿Qué debo hacer en tales momentos? Por lo general, ocurren después de oír sus pláticas y llegan como una sensación de remordimiento. ¿Qué piensa usted de todo esto?
KRISHNAMURTI: Si usted tan sólo reacciona a mis pláticas y no comprende profundamente, a través de su acción, de su vida, lo que digo, entonces sólo es consciente de su propio vacío, de su propia superficialidad; por lo tanto, piensa que debe desarrollar lo opuesto, lo cual no es sino un escape. A través de la acción, que no es un escape por medio de la actividad, este vacío deja paso a la verdadera realización. No se preocupe acerca de esta infelicidad y superficialidad; cuando la mente se libera de las limitaciones que ella misma se ha impuesto, entonces existe la riqueza de la plenitud.
4 de septiembre de 1935