TERCERA PLÁTICA EN MONTEVIDEO
Amigos:
Me han entregado muchas preguntas relacionadas con las presentes condiciones sociales: alcoholismo, prostitución, civilización y demás. Me preguntan también por qué no me afilio a ciertas sociedades y a determinados partidos políticos a fin de ayudar al mundo.
En respuesta a todas estas numerosas preguntas siento que, si podemos captar realmente el principio fundamental implícito en nuestro empeño humano, comprenderemos estos problemas y los resolveremos de verdad. Debemos comprender las causas fundamentales de la lucha y el sufrimiento, y entonces nuestra acción traerá inevitablemente un cambio completo. Todo nuestro interés debe volverse, no hacia la solución de ningún problema particular, no hacia algún fin determinado o hacia un objetivo preciso, sino hacia la comprensión de la vida como un todo integrado. Para hacer esto, tienen que ser discernidas y disueltas las limitaciones fijadas en la mente y que mutilan el pensamiento y la acción. Si el pensamiento está realmente libre de los innumerables impedimentos que le hemos impuesto en nuestra búsqueda de seguridad, entonces abordaremos la vida como un todo, y esto contiene en sí una gran felicidad.
Ahora bien, la mente crea la autoridad y se vuelve una esclava de ella; de aquí que la acción esté constantemente obstruida, mutilada, lo cual da origen al sufrimiento. Si observan su propio pensamiento, verán que se encuentra atrapado entre el pasado y el presente. El pensamiento se compara y se guía todo el tiempo por el pasado y se ajusta al futuro; de este modo, la acción se vuelve incompleta en el presente, lo cual crea en nuestras mentes la idea de la falta de realización. En esto se origina el miedo a la muerte, la consideración del más allá y las numerosas limitaciones que nacen de la insuficiencia. Si la mente puede comprender por completo el significado del presente, entonces la acción se vuelve realización plena y no crea nuevos conflictos y sufrimientos, que no son sino el resultado de la acción limitada, de los obstáculos que el temor ha implantado en el pensamiento.
Para liberar al pensamiento a fin de que la acción pueda fluir sin crear ella misma limitaciones y barreras, la mente debe estar libre de esta continua imposición del pasado, y también del patrón futuro que no es sino un escape respecto del presente. Por favor, esto no es tan complicado como suena. Observen su propia mente en funcionamiento y verán que se guía por el pasado o se ajusta a un ideal o patrón futuro, y así queda tapado por completo el significado del presente. De este modo, la acción está creando su propia limitación en vez de liberar a la emoción y al pensamiento; la acción es influida constantemente por el pasado y el futuro.
El pasado es la tradición, son esos valores que hemos aceptado y cuyo significado no hemos comprendido profundamente. Luego están los valores morales por los que ustedes miden constantemente su acción. Si examinan a fondo estos valores, discernirán que se basan en la protección propia y la seguridad; ajustar meramente la acción a esos valores no es moral ni es realización creativa. Reitero, obsérvense y verán cómo la memoria está poniendo siempre una limitación en sus pensamientos y sus actos. Esta memoria es, en realidad, un ajuste autoprotector a la vida, al cual se lo llama a menudo autodisciplina. Tal disciplina no es sino un sistema defensivo contra el dolor, una hábil protección y precaución contra la experiencia, contra la vida misma. Así el pasado, que es tradición, valores, hábitos, recuerdos, está condicionando al pensamiento y, por eso, la acción es incompleta.
El futuro no es sino un escape respecto de la realidad, escape por medio de un ideal al cual tratamos de amoldar el presente, la acción inmediata. Estos ideales son meras salvaguardas, esperanzas, ilusiones nacidas de la insuficiencia y la frustración. De esta manera, el futuro coloca un obstáculo en el camino de la acción y la realización. El pensamiento, que debe moverse constantemente, se liga al pasado o al futuro, y de esto surge esa conciencia limitada, el “yo”, que no es sino insuficiencia.
Ahora bien, para comprender la realidad, el profundo significado del movimiento de la vida, el cual es lo eterno, el pensamiento debe librarse de este vínculo y esta influencia del pasado y del futuro; la mente tiene que estar por completo desnuda, sin escape ni apoyo alguno, sin el poder de crear ilusión. En esa claridad, en esa simplicidad nace, como la flor, la verdad, nace el éxtasis de la vida.
Pregunta: Comprendo intelectualmente lo que usted dice, pero ¿cómo he de ponerlo en acción?
KRISHNAMURTI: Pongo en duda, si me permite decirlo, que usted comprenda de verdad lo que digo, aun intelectualmente; porque cuando habla de comprender intelectualmente, quiere decir que capta teóricamente una idea, pero no su significado profundo, el cual puede ser aprehendido sólo en la acción. La mayoría de nosotros desea evitar la acción, porque ésta crea necesariamente circunstancias y condiciones que generan conflicto; y el pensamiento, siendo astuto, evita la perturbación, el sufrimiento. Por consiguiente, se dice: “Comprendo intelectualmente, pero ¿cómo he de ponerlo en acción?”. Usted nunca pregunta cómo poner una idea en acción si esa idea tiene verdadera importancia para usted. El hombre que dice: “Dígame cómo actuar”, no desea reflexionar a fondo sobre el tema; desea tan sólo que le digan qué hacer, lo cual crea el pernicioso sistema de la autoridad, el seguimiento y el sectarismo.
Me temo que la mayoría, después de oír estas pláticas, dirá: “Usted no nos ha dado nada práctico”. La mente de ustedes está acostumbrada al pensamiento sistematizado y a la acción inconsciente, y están dispuestos a seguir cualquier nuevo sistema que les ofrezca más seguridad. Si toman una idea de las que expongo y la examinan profundamente durante la acción, descubrirán la cualidad renovadora de la acción completa; sólo desde esta acción adviene el verdadero éxtasis de la vida.
Pregunta: ¿Cree usted en la existencia del alma? ¿Continúa ésta viviendo infinitamente ¿después de la muerte del cuerpo?
KRISHNAMURTI: La mayoría de la gente cree en la existencia del alma en una u otra forma, Ahora bien, usted no comprenderá lo que voy a decir si, defensivamente, sólo se opone a ello, o si cita a alguna autoridad para apoyar su creencia cultivada mediante la tradición y el temor, tampoco puede llamar a esta creencia, intuición, cuando sólo es una vaga esperanza.
La ilusión se divide infinitamente a sí misma. El alma es una división que tiene su origen en lo ilusorio. Primero está el cuerpo, después está el alma que lo ocupa y finalmente está Dios o la realidad; así es como ustedes han dividido la vida.
Ahora bien, la conciencia limitada del “yo” es el resultado de acciones incompletas, y esta conciencia limitada crea sus propias ilusiones y está atrapada en su propia ignorancia; cuando la mente se libera de su propia ignorancia y de su ilusión, entonces existe la realidad, no “uno” que llega a ser esa realidad.
Por favor, no acepte lo que digo; antes bien, comience a cuestionar y a comprender cómo ha surgido su propia creencia. Entonces verá de qué manera sutil la mente ha dividido la vida. Comenzará a comprender el significado de esta división, la cual es una forma sutil del deseo egoísta de continuación. Mientras exista esta ilusión con todas sus sutilezas, la realidad no puede manifestarse.
Este es uno de los temas más controvertidos y en relación con él existe tanto prejuicio, que uno ha de ser muy cuidadoso para no ser desviado por la opinión a favor o en contra de la idea del alma. Al comprender la realidad, estará contestada esta pregunta acerca de si existe o no existe el alma. Para comprender la realidad, la mente debe estar por completo libre de la limitación del temor -del temor con su anhelo de continuidad egoísta-.
Pregunta: ¿Qué tiene usted que decir acerca del problema sexual?
KRISHNAMURTI: ¿Por qué el sexo se ha vuelto un problema? Es un problema porque hemos perdido esa energía creativa que llamamos amor. A causa de que no hay amor, el sexo se vuelve un problema. El amor ha llegado a ser tan sólo posesión y no un ajuste supremamente inteligente a la vida. Cuando hemos perdido ese amor y dependemos meramente de la sensación, entonces el amor y el sexo se convierten en un cruel problema. Para comprender a fondo esta cuestión y vivir con gran amor, la mente debe estar libre del deseo de poseer. Esto requiere mucha inteligencia y gran discernimiento.
No hay remedios inmediatos para estos problemas vitales. Si usted realmente quiere resolverlos con inteligencia, tiene que cambiar las causas fundamentales que dan origen a estos problemas. Pero si sólo trata con ellos superficialmente, entonces la acción que se derive de eso creará problemas mayores y más complicados. Si comprende profundamente el significado del afán posesivo -en el cual hay crueldad, opresión, indiferencia y la mente se libera de esa limitación, entonces la vida no es un problema, ni es una escuela en donde haya que aprender; es una vida para ser vivida de manera completa en la plenitud del amor.
Pregunta: ¿Cree usted en el libre albedrío, en el determinismo, o en el karma inexorable?
KRISHNAMURTI: Tenemos la capacidad de escoger, y mientras ésta exista, por condicionada e injusta que sea, tiene que haber una libertad limitada. Ahora bien, nuestro pensamiento está condicionado por las experiencias pasadas, por los recuerdos; debido a eso, no puede ser verdaderamente libre. Si usted quiere comprender el presente eterno, si quiere completar su acción en el presente, tiene que comprender la causa de la limitación, la cual da origen a esta división entre la conciencia y los impedimentos de la conciencia. Es esta conciencia limitada que obstruye la acción, la que genera insuficiencia y causa sufrimiento. Si la acción no está creando nuevas limitaciones, entonces existe el movimiento continuo de la vida.
El karma, o la limitación de la acción en el presente, es creado por la obstruida conciencia de valores, ideales y esperanzas que cada uno de nosotros no ha comprendido totalmente. Sólo mediante el discernimiento profundo de estos obstáculos, puede la mente liberarse de la acción limitada.
Pregunta: Soy entusiasta respecto del frente cristiano unido en una religión cristiana central. Acepto sólo el valor que las organizaciones tienen en sí mismas, y pongo énfasis en el esfuerzo individual por encontrar la salvación personal. ¿Cree usted que el frente cristiano unido es factible?
KRISHNAMURTI: Cada religión sostiene que sólo hay una religión verdadera, ella misma, y trata de atraer dentro de su redil, de su limitación, a las personas que sufren. De este modo, las religiones crean división entre los hombres. La pregunta es: ¿Por qué desean ustedes tener una religión, cualquiera que sea, siendo la religión un sistema organizado de creencias, dogmas y credos? Se aferran a ella porque esperan que actuará como una guía, que les dará consuelo y solaz en tiempos de infortunio. Así, la religión organizada se convierte en un refugio, un modo de escapar del continuo impacto de la experiencia y de la vida. A causa de su propio deseo de protección crean ustedes una estructura artificial a la que llaman religión, la cual es, en esencia, una droga consoladora contra la realidad.
Si la mente discierne su propio proceso de construir refugios y así eludir la vida, comenzará a desenredarse de todos los valores incuestionables que ahora la limitan. Cuando el hombre comprenda de verdad esto, no tendremos el espectáculo de una religión compitiendo con otras, porque entonces estará libre de las ilusiones que él mismo ha creado, y así habrá despertado en sí mismo esa genuina inteligencia, lo único que puede destruir todas las discriminaciones artificiales y las múltiples crueldades de la intolerancia.
Pregunta: Sus observaciones sobre la autoridad fueron recibidas en algunos lugares como un ataque contra las iglesias. ¿No cree que debería aclarar a sus oyentes que esta palabra “ataque ” está mal aplicada? ¿No serían sus esfuerzos mejor entendidos y contemplados entonces como un instrumento de iluminación? ¿Acaso los ataques no conducen al conflicto, mientras que el objetivo que usted se propone es la armonía?
KRISHNAMURTI: ¿No deben cuestionarse las tradiciones, las creencias y los dogmas? ¿No debemos poner en duda los valores sociales y morales que hemos elaborado durante siglos y descubrir así su verdadero significado? Al cuestionar profundamente habrá conflicto individual, el cual despertará la inteligencia y no la mera y estúpida revuelta. Esta inteligencia es la verdadera armonía. La armonía no es la ciega aceptación de la autoridad ni la fácil satisfacción que se encuentra en un valor no cuestionable.
Señor, lo que yo digo es muy simple. Actualmente tenemos con respecto a nosotros múltiples valores, tradiciones, ideales que aceptamos incondicionalmente; porque cuando empezamos a cuestionar tiene que haber acción y, temiendo el resultado de tal acción, seguimos simplemente aceptando, subyugándonos, ajustándonos a los falsos valores, los cuales permanecerán siendo falsos mientras tan sólo los aceptemos y no discernamos voluntariamente su significado. Pero cuando empezamos a cuestionarlos y tratamos de comprender su significado profundo, tiene que surgir inevitablemente el conflicto.
Señor, lo que yo digo es muy simple. Actualmente tenemos con respecto a nosotros múltiples valores, tradiciones, ideales que aceptamos incondicionalmente; porque cuando empezamos a cuestionar tiene que haber acción y, temiendo el resultado de tal acción, seguimos simplemente aceptando, subyugándonos, ajustándonos a los falsos valores, los cuales permanecerán siendo falsos mientras tan sólo los aceptemos y no discernamos voluntariamente su significado. Pero cuando empezamos a cuestionarlos y tratamos de comprender su significado profundo, tiene que surgir inevitablemente el conflicto.
Ahora bien, mediante el intelecto uno no puede comprender el verdadero significado de los valores. Comienza a discernirlo sólo cuando hay conflicto, cuando hay sufrimiento. Pero a menos que uno esté internamente alerta, el sufrimiento sólo inducirá la búsqueda de consuelo. Y el hombre que les ofrece consuelo se convierte en la autoridad de ustedes, y así adquieren otros valores que vuelven a aceptar incondicionalmente, irreflexivamente, El pensamiento está atrapado en este círculo vicioso, y nuestro sufrimiento prosigue día tras día hasta que morimos; así es como llegamos a abrigar la esperanza de que habrá felicidad en el más allá. Una existencia semejante, con temor y sometimiento servil a la autoridad, es una vida desperdiciada en la que no hay realización creativa y plena.
Si usted comienza a discernir por sí mismo el profundo significado de los valores establecidos, descubrirá cómo vivir inteligentemente, supremamente. Esta acción de la inteligencia es la verdadera armonía. Así que no busque la armonía, sino despierte la inteligencia. No trate de encubrir la falta de armonía y el caos que ahora existen; antes bien, comprenda su causa, que son nuestros deseos, nuestras búsquedas y ambiciones egoístas.
Pregunta: ¿Cómo puede usted hablar del sufrimiento humano, cuando usted mismo jamás lo ha experimentado?
KRISHNAMURTI: Deseamos juzgar a los demás. En vez de basar su comprensión de lo que digo, en el hecho de que yo haya sufrido o no, tome conciencia de su propio sufrimiento, y entonces vea si lo que digo tiene algún valor. Si no lo tiene, entonces nada significa en absoluto que yo haya sufrido o no. Cuando la mente discierne la causa de su propio sufrimiento y se libera de ella, entonces resulta posible una vida sin explotación, una vida de profundo amor.
Pregunta: ¿Cree usted que hay alguna verdad en los fenómenos espiritistas, o son sólo autosugestiones?
KRISHNAMURTI: Aun después de que uno ha examinado el fenómeno espiritista bajo condiciones muy estrictas -porque hay mucha charlatanería y engaño en relación con todo esto-, ¿qué valor tiene?
¿Qué hay detrás de esta cuestión? Casi todos queremos saberlo porque deseamos ser guiados, o porque queremos entrar en contacto con aquéllos que hemos perdido, esperando así libramos de la soledad o encubrir nuestra angustia con explicaciones. Por lo tanto, con la mayoría de nosotros, el deseo que hay detrás de esta pregunta es: “¿Cómo puedo escapar del sufrimiento?” Ustedes desean que se los guíe a través de la vida a fin de evitar el sufrimiento, a fin de no entrar en conflicto con la realidad. En consecuencia, abandonan la autoridad de una iglesia, de una secta o una idea, y confían en esta nueva autoridad espiritista. Pero la autoridad sigue guiándolos y dominándolos como antes. Sus vidas, a causa del control, del escape, se vuelven más y más superficiales, más y más incompletas. ¿Por qué conceder más autoridad, más capacidad de comprensión a los muertos que a los vivos?
Cuando hay un deseo de ser guiados, de buscar certidumbre en la autoridad, la vida debe convertirse inevitablemente en un gran dolor y en un vacío enorme. La riqueza de la vida, la profundidad de comprensión, la dicha del amor, pueden llegar sólo gracias al discernimiento de lo falso, de lo ilusorio.
Pregunta: ¿Debemos destruir el deseo?
KRISHNAMURTI: Queremos destruir el deseo porque el deseo engendra conflicto y sufrimiento. Usted no puede destruir el deseo; si pudiera, se volvería usted nada más que una cáscara vacía. Averigüemos, más bien, qué es lo que da origen al sufrimiento, qué nos impulsa a destruir nuestro deseo.
El deseo está tratando continuamente de satisfacerse, y en su satisfacción hay pesar, sufrimiento y regocijo. De ese modo la mente, para guiamos y prevenimos, se vuelve el mero depósito de los recuerdos. A fin de que el deseo, en su satisfacción, no pueda generar sufrimiento, la mente se limita y protege con valores e imposiciones basadas en el temor. Así, gradualmente, el deseo se vuelve cada vez más limitado, más estrecho, y de esta limitación se deriva el sufrimiento, el cual nos impulsa a vencer y destruir al deseo o nos obliga a encontrar un nuevo objetivo para ese deseo.
Si destruimos el deseo, hay muerte. Y si nos limitamos a cambiar el objetivo del deseo, si encontramos nuevos ideales para el deseo, entonces sólo estamos escapando del conflicto, y así no puede haber riqueza ni plenitud. Si no hay una limitada, egoísta persecución de objetivos o ideales, entonces el deseo es, en sí mismo, el movimiento continuo de la vida.
Pregunta: Si, como usted dice, la inmortalidad existe, presumimos que, sin desearla, la realizaremos inevitablemente en el curso natural de la experiencia y, de este modo, no crearemos explotadores. Pero si la deseamos, entonces haremos de aquéllos que nos ofrecen la inmortalidad, nuestros explotadores conscientes o inconscientes. ¿Es esto lo que usted desea comunicar?
KRISHNAMURTI: Traté de explicar cómo creamos la autoridad, la cual hace necesaria la explotación. Ustedes crean las autoridades en su deseo de continuidad egoísta, a la que llaman inmortalidad. Si usted anhela que esa conciencia limitada, el “yo”, continúe, entonces aquél que le promete que perdurará, se convierte en su autoridad, la cual origina la formación de una secta, y así sucesivamente.
Ahora bien, la inmortalidad no es, en absoluto, una continuidad egoísta. La realización de aquello que es inmensurable sólo puede existir cuando la mente ya no está constreñida a su propia conciencia limitada, cuando ya no persigue su propia seguridad. Mientras la mente esté buscando protegerse a sí misma, mientras esté creando su propia limitación particular, no puede conocer el devenir eterno.
Pregunta: El hombre, ¿es en algún sentido superior a la mujer?
KRISHNAMURTI: ¡La pregunta ha sido formulada seguramente por una mujer! La inteligencia no es superior ni inferior; es única. No discutamos, pues, quién es superior o inferior, antes bien, descubramos cómo despertar esa divinidad de la inteligencia. Uno puede hacerlo tan sólo por medio de la constante percepción alerta. Cuando hay temor, hay sumisión a las múltiples estupideces y compulsiones de la religión, de la sociedad, de la propia esposa, del marido o del vecino. Pero cuando la mente, gracias a su propia percepción y a su sufrimiento, penetra a fondo en la ilusión de la seguridad y de sus muchos valores falsos, entonces hay inteligencia, un devenir eterno.
28 de junio de 1935
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