OBRA COMPLETA - TOMO 3 - J.K. - CONTINUACIÓN -

 CUARTA PLÁTICA EN MADRAS


En mis pláticas empleo palabras sin el significado especial que les han dado filósofos y psicólogos.

¿Qué comprensión les han aportado estas pláticas? ¿Siguen afirmando que hay una divinidad, un amor que está más allá de la vida humana? ¿Siguen buscando a tientas remedios parciales, curas superficiales? ¿Cuál es el estado de sus mentes y corazones?

Para dar origen a un orden inteligente, tiene que haber recto pensar, recta acción. Cuando la mente es capaz de comprender su propio proceso de lucha y limitación, cuando el pensamiento es capaz de revelarse sin el conflicto de la división, entonces hay una acción plena, total. Si la mente se prepara a fin de actuar, entonces tal preparación debe basarse en el pasado, en recuerdos autodefensivos y, por consiguiente, impide la plenitud de la acción. El mero análisis de la acción pasada no puede revelar todo el significado de ésta. La mente que, consciente o inconscientemente, se amolda a un ideal — que no es sino la proyección de la búsqueda de segundad y satisfacción personal — , debe por fuerza limitar la acción y, de este modo, se condiciona. Simplemente desarrolla recuerdos y hábitos autodefensivos para ofrecer resistencia a la vida. En consecuencia. Lo que hay es una constante frustración.

Desde la acumulación de recuerdos autodefensivos surge la identidad, el concepto del "yo" y de su continuación y evolución hacia el estado perfecto, hacia la realidad. Este "yo" busca perpetuarse mediante sus propias actividades volitivas de ignorancia, miedo y deseo. Mientras la mente no se dé cuenta de estas limitaciones, el esfuerzo para evolucionar, para triunfar, sólo origina un sufrimiento mayor e incrementa el contenido del inconsciente. El esfuerzo se vuelve así una práctica, una disciplina, un ajuste y amoldamiento mecánicos.

Casi todos pensamos que el tiempo y el progreso evolutivo son necesarios para nuestra realización. Pensamos que las experiencias son esenciales para nuestro crecimiento y desarrollo. Son muchos los que aceptan rápidamente esta idea, dado que los consuela el pensar que disponen de numerosas vidas a través de las cuales podrán perfeccionarse; sostienen que et tiempo es indispensable para llegar a realizarse plenamente. ¿Es así? La experiencia, ¿libera verdaderamente o sólo limita el pensamiento? ¿Puede la experiencia liberar a la mente de sus recuerdos autodefensivos, de la ignorancia, el miedo, el deseo? Los recuerdos autodefensivos y el deseo usan las experiencias para perpetuarse. Por eso estamos atados al tiempo.

¿Qué entendemos por experiencia? ¿No es, acaso, la acumulación de valores basados en recuerdos autodefensivos, los cuales generan en nosotros una línea de conducta impulsada por el provecho personal? Es el proceso de los agrados y desagrados, de las opciones. La acumulación de recuerdos autodefensivos es el proceso de la experiencia, y la relación entre dos seres humanos es el contacto entre dos recuerdos individualizados y autodefensivos cuya moralidad consiste en el acuerdo para proteger lo que ambos poseen.

Cada uno de nosotros es su propio camino y su propia vida. De nuestro esfuerzo surgirá el despertar de la inteligencia creativa. Hasta que exista esta inteligencia, nacida de la percepción alerta y sin opciones, tendrá que haber caos, controversias, conflictos, odio y dolor.

Pregunta: Usted ha dicho que la comprensión de la verdad es posible sólo por medio de la experimentación. Ahora bien, la experimentación significa acción, la cual, si ha de tener algún valor, debe nacer de un pensamiento maduro. Pero si desde el principio mi pensar mismo está condicionado por recuerdos y reacciones, ¿cómo puedo actuar o experimentar apropiadamente?

KRISHNAMURTI: Para experimentar de manera apropiada, la mente debe darse cuenta de que su pensamiento está condicionado. Uno puede creer que experimenta, pero si no tiene conciencia de la limitación, sigue actuando dentro de la esclavitud que implican la ignorancia y el miedo. El pensamiento condicionado no puede reconocerse a sí mismo como condicionado; el deseo de escapar de esta limitación por medio del análisis, del proceso artificial de coacción, negación o afirmación, no nos ayudará a comprender ni nos traerá la libertad. Ningún sistema, ninguna coacción de la voluntad puede revelarle a la mente su propia limitación, su propia esclavitud.

Cuando hay sufrimiento, la mente busca un escape y, por consiguiente, sólo crea para sí nuevas ilusiones. Pero si está totalmente atenta al sufrimiento y no busca un escape, esa atención misma es la comprensión que destruye las ilusiones. Por lo tanto, en vez de preguntar cómo puede liberar del miedo y del deseo al pensamiento, sea usted consciente del dolor. El dolor indica una mente condicionada, y el mero escapar del dolor aumenta la limitación. En el instante del sufrimiento, empiece a prestar atención; entonces la mente misma percibirá la naturaleza ilusoria del escape, de los recuerdos autodefensivos y de la búsqueda de ventajas personales.

Pregunta: ¿Debe uno ser respetuoso?

KRISHNAMURTI: ¿Quién formula esta pregunta? No un hombre que busca la comprensión, la verdad, sino alguien cuya mente está cargada de miedo, tradición, ideales y fidelidades de raza. Una mente así, al entrar en contacto con el movimiento de la vida, genera para sí mismo fricción y sufrimiento.

Pregunta: Las personas mayores, ¿son culpables de explotación cuando esperan respeto y obediencia de los jóvenes?

KRISHNAMURTI: Las muestras de respeto hacia los ancianos son, por lo general, un hábito. El miedo puede asumir la forma de la veneración. El amor no puede volverse un hábito, una práctica. No hay en los viejos respeto por los jóvenes ni en los jóvenes respeto por los viejos, sino sólo exhibición de autoridad en unos y el hábito del temor en los otros.

Organizar bellas frases y cultivar el respeto no es cultura, sino una trampa para cazar a los incautos. Nuestras mentes se han vuelto tan esclavas de los valores habituales, que hemos perdido todo afecto y respeto profundo por la vida humana. Donde hay explotación no puede haber respeto por la dignidad del hombre. Si uno exige respeto y ejerce la autoridad sólo a base de su edad avanzada, eso es explotación.


Pregunta: Si una persona vive en la ignorancia o no sabe qué hacer en la vida, ¿no necesita de un gurú para que la guíe?


KRISHNAMURTI: ¿Puede alguien ayudarlo a atravesar este doloroso vacío de la vida diaria? ¿Puede alguna persona, por importante que sea, ayudarlo a salir de esta confusión? Nadie puede. Uno mismo es el autor de la confusión, la cual es el resultado del conflicto entre una voluntad y otra. Tal voluntad es ignorancia.


Sé que la búsqueda de gurúes, instructores, guías y maestros es el deporte social de muchos, el deporte de las personas irreflexivas en todo el mundo. Dicen: "¿Cómo podemos evitar esta desdicha y cmeldad caóticas a menos que aquéllos que son libres, los iluminados, vengan en nuestra ayuda y nos salven del dolor?". O elaboran la imagen mental de un santo preferido y cuelgan alrededor de su cuello todas las dificultades que padecen, o creen que algún guía suprafísico vela por ellas y les dice lo que deben hacer y cómo deben actuar. La búsqueda de un gurú, de un Maestro, indica que uno huye de la vida.


El amoldamiento es muerte. No es otra cosa que formación de hábitos, refuerzo del inconsciente. ¡Cuan a menudo presenciamos alguna escena desagradable, cruel y retrocedemos ante ella! Vemos pobreza, cmeldad, degradación de toda clase; al principio nos espanta, pero pronto dejamos de tener conciencia de ello.


Nos acostumbramos al medio que nos rodea, nos encogemos de hombros y decimos: "¿Qué podemos hacer? Es la vida". Así destruimos nuestras reacciones sensibles ante la fealdad, la explotación, la cmeldad y el sufrimiento, y también nuestra apreciación y nuestro disfrute profundo de la belleza. De este modo, se va debilitando lentamente nuestra percepción.

El hábito se sobrepone poco a poco a la capacidad de pensar. Observe la actividad de su propio pensamiento y verá cómo adquiere un hábito tras otro. Lo consciente se transforma así en lo inconsciente y el hábito endurece la mente, por medio de la voluntad y la disciplina. El obligar a la mente a disciplinarse mediante el temor — que a menudo se confunde con el amor — genera frustración.

El problema de los gurúes existe cuando buscamos consuelo, cuando deseamos satisfacción. No hay tal consuelo, sino comprensión; no hay tal satisfacción, sino plenitud.

Pregunta: Usted parece dar un nuevo significado a la idea de voluntad, esa cualidad divina en el hombre. Entiendo que la considera un impedimento. ¿Es así ?

KRISE1NAMURTI: ¿Qué entiende usted por voluntad? ¿No implica un vencer, un conquistar, un esforzarse para decidir algo? ¿Qué tenemos que conquistar? Nuestros hábitos, las resistencias desarrolladas por el temor, el conflicto de nuestros deseos, la lucha de los opuestos, la frustración con respecto al medio en que vivimos. Así desarrollamos la voluntad. La voluntad de ser, en toda su significación, no es sino un proceso de resistencia, un proceso de superación impulsado por el anhelo de protegemos a nosotros mismos.

La voluntad es, de hecho, una necesidad ilusoria del miedo, no una cualidad divina. Es tan sólo la perpetuación de recuerdos autodefensivos. A causa del miedo nos volvemos invulnerables al amor, a La verdad; y llamamos voluntad al desarrollo del proceso de autoprotección. La voluntad tiene sus raíces en el egoísmo. La voluntad de existir, la voluntad de llegar a ser perfectos, la voluntad de triunfar, la voluntad de adquirir, la voluntad de encontrar a Dios, es el impulso del egoísmo.

Cuando la acción del miedo, de la ambición, de la seguridad, de la virtud personal y del carácter, ceda ante la inteligencia, sabrán ustedes cómo vivir de manera completa, integral, sin que intervéngala batalla de la voluntad.

La voluntad es tan sólo el impulso insistente de los recuerdos autoprotectores, el resultado de la ignorancia y el miedo individualizados. La cesación de la voluntad no es muerte, es sólo el final de la ilusión, nacida de la ignorancia. La acción despejada de miedo y de toda búsqueda de provecho personal es lo único que habrá de producir una relación armoniosa, creativa con nuestro prójimo, con la sociedad.

26, 27 y 28 de diciembre de 1936

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.