OBRA COMPLETA - TOMO 3 - J.K. - CONTINUACIÓN -

 SÉPTIMA PLÁTICA EN OMMEN

El sufrimiento indica la existencia del proceso que corresponde a los patrones de pensamiento y deseo. La mente busca superar este proceso adormeciéndose nuevamente mediante el desarrollo de otros patrones y otras ilusiones. Y otra vez es perturbada en su limitación autoimpuesta, por lo cual vuelve a inducir en sí misma un estado de irreflexión, hasta que se identifica tanto con algún patrón de pensamiento-deseo o alguna creencia, que ya no puede ser más perturbada ni se permite sufrimiento alguno. Muchos realizan este estado y lo consideran como el más elevado de los logros.

Una vez que desarrollamos la voluntad, la cual tan sólo mantiene sujeto todo hábito y condicionamiento, esa voluntad misma se torna negligente y repetitiva.

Antes de que podamos comprender la acción libre de ilusiones, debemos comprender tanto la acción habitual como la acción ideal o conceptual. Porque la realidad está en lo factual, en "lo que es".

La percepción alerta no es el desarrollo de una voluntad introspectiva, sino que es la unificación espontánea de todas las fuerzas separativas del deseo.

Pregunta: La percepción alerta, ¿es una cuestión de desarrollo gradual?

KRISHNAMURTI: Donde existe un interés intenso, hay percepción alerta plena. Como uno es mentalmente perezoso y emocionalmente se halla debilitado por el miedo, la percepción alerta se vuelve una cosa de desarrollo gradual. Entonces no es verdadera percepción alerta, sino un proceso de erigir esmeradamente muros de resistencia. Como la mayoría de nosotros ha erigido estos muros autoprotectores, la percepción alerta nos parece un proceso gradual, un crecimiento que satisface nuestra indolencia. A causa de esta pereza elaboramos teorías de postergación: "a la larga, pero no ahora; la iluminación es un lento proceso de desarrollo, de vida después de la vida, etc.". Procedemos a racionalizar esta pereza y, de acuerdo con eso, disponemos satisfactoriamente nuestras vidas.

Pregunta: Este proceso parece inevitable. Pero, ¿cómo puede uno despertar rápidamente ?

KRISHNAMUKTI: Que los individuos cambien de la violencia a la paz, ¿es un proceso gradual? Pienso que no. Si uno percibe de veras todo el significado del odio, el afecto surge espontáneamente. Lo que impide esta percepción instantánea y profunda, es nuestro temor inconsciente a los compromisos y las pautas del intelecto y el deseo. Porque una percepción semejante podrá implicar un cambio drástico en nuestra vida cotidiana: el debilitamiento de la ambición, la eliminación de todas las distinciones nacionalistas y de clase social, de los apegos y demás. Este temor impulsa nuestra acción, nos pone sobre aviso y. consciente o inconscientemente, nos sometemos a él aumentando de ese modo nuestros dispositivos de seguridad, con lo cual sólo engendramos más temor. En tanto no comprendamos este proceso, estaremos pensando siempre en términos de postergación, de desarrollo gradual, de superación. El miedo no puede ser disuelto en el futuro; puede dejar de existir sólo en la constante percepción alerta.

Comentario: Yo pienso que debemos llegar rápidamente a la paz.

KRISHNAMURTI: Si usted odia porque su bienestar emocional e intelectual se halla amenazado de muchas maneras, y si recurre meramente a más violencia, aunque pueda, al menos por el momento, detener exitosamente el miedo, el odio continuará. El miedo y el odio pueden desaparecer únicamente si hay un estado constante de percepción alerta. No piense desde el punto de vista de la postergación. Empiece a estar alerta y, si hay interés, eso mismo originará, espontáneamente, un estado de paz, de afecto.

La guerra, la guerra dentro de uno — el odio hacia el vecino, hacia otras personas — no puede ser vencido por ninguna forma de violencia. Si usted comienza a ver ahora mismo la necesidad absoluta de un profundo pensar y sentir al respecto, sus prejuicios, su condicionamiento, que son la causa del odio y el temor, habrán de revelarse. En esta revelación hay un despertar del afecto, del amor.

Comentario: Yo pienso que tomará toda nuestra vida superar el miedo, el odio.

KRISHNAMURTI: Usted está pensando otra vez en términos de postergación, ¿Siente cada uno de nosotros el horror del odio, percibe sus consecuencias? Si usted siente profundamente esto, entonces no le preocupa cuándo cesará el odio, porque éste ya se ha rendido ante algo que es lo único en lo cual pueden existir un contacto humano profundo y una profunda cooperación.

Si uno es consciente del odio o de la violencia en sus diferentes formas, ¿puede esa violencia ser abolida mediante el proceso del tiempo?

Comentario. No, no mediante el mero transcurso del tiempo. Uno debería tener un método para librarse de ella.

KRISHNAMURTI: No, el mero transcurso del tiempo no puede resolver el odio; éste puede ser laboriosamente encubierto o cuidadosamente vigilado. Pero, no obstante, el miedo, el odio continuarán. ¿Puede un sistema ayudarlo a liberarse del odio? Puede ayudarlo a que lo subyugue, a que lo controle, puede fortalecer su voluntad para que lo combata, pero no generará ese afecto que es lo único capaz de dar al hombre una libertad duradera. Si usted no siente que el odio es inherentemente venenoso, ningún sistema, ninguna autoridad podrán anularlo por usted.

Comentario: Uno puede ver intelectualmente que el odio es un veneno, pero sigue sintiendo odio.


KRISHNAMURTI: ¿Por qué ocurre esto? ¿Acaso no es porque están excesivamente desarrollados en lo intelectual y continúan siendo primitivos en sus deseos? No puede haber armonía entre lo bello y lo desagradable. No se puede poner fin al odio mediante ningún método, sino sólo gracias a la constante percepción alerta respecto de los condicionamientos que han dado origen a esta división entre el amor y el odio. ¿Por qué existe esta división?

Comentario: Falta de amor.

Comentario: Ignorancia.

KRISHNAMURTI: ¿No ven que están meramente repitiendo? Repiten que si uno de verdad viviera rectamente, no existiría esta división, que ella desaparecería si uno no fuera ignorante, que el hábito es la causa de esta división, que si no estuviéramos condicionados habría amor perfecto, etc. ¿Acaso no ven que tan sólo recitan frases que han aprendido? ¿Qué valor tiene esto? Ninguno. ¿Está consciente, cada uno de ustedes, de esta división? Por favor, no respondan. Consideren lo que ocurre dentro de ustedes.

Vemos que estamos en conflicto, que hay odio y, no obstante, al mismo tiempo hay aversión por el odio. Existe esta división y podemos ver cómo surge: debido a diversas causas condicionantes. La mera consideración de las causas no va a liberarnos del odio, del miedo. El problema del hambre no va a ser resuelto mediante el simple descubrimiento de sus causas, que son el mal sistema económico, la superproducción, la mala distribución, etc. Si usted, personalmente, está hambriento, su hambre no se verá satisfecha por el mero hecho de que conozca las causas que la originan. Del mismo modo, el limitarse a conocer las causas del odio con sus múltiples conflictos, no disolverá el odio. Lo que pondrá fin al odio es la percepción alerta sin opciones, la cesación de todo esfuerzo intelectual por superar el odio.

Comentario: No estamos lo bastante conscientes de este odio.

KRISHNAMURTI: Cuando estamos conscientes de él, objetamos el conflicto, el sufrimiento contenido en este conflicto, y procedemos a actuar confiando en superar todo conflicto. Esto fortalece aún más el intelecto. Ustedes tienen que darse cuenta, silenciosa y espontáneamente, de todo este proceso, y en este darse cuenta, en esta percepción surge un elemento nuevo que no es el resultado de ninguna violencia, de ningún esfuerzo; sólo este elemento puede liberarlos del odio y de esos condicionamientos que mutilan la mente.

9 de agosto de 1937





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