DÉCIMA PLÁTICA EN BOMBAY
Uno es propenso a poner vino nuevo en botellas viejas. Aquéllos que han estudiado y experimentado suficientemente, es probable que tomen lo que he estado diciendo y lo interpreten según su conocimiento previo, o que lo encuadren en su propio prejuicio. Lo que genera comprensión es la experiencia directa de ello, no el ponerlo dentro del marco de nuestra terminología o experiencia personal. Casi todos hemos acumulado conocimiento y, de acuerdo con él, interpretamos y actuamos.
El conocernos a nosotros mismos no requiere conocimiento acumulado. Éste se vuelve una carga para el conocimiento propio. El conocimiento propio, la comprensión del proceso total de uno mismo, no exige ningún conocimiento previo. El conocimiento previo acerca de nosotros mismos trae falsas interpretaciones y malentendidos, El conocimiento propio es movimiento constante sin acumulación. Este conocimiento es de instante en instante, es un proceso de descubrimiento respecto de las actividades del “yo”. Sólo el proceso del conocimiento acumulativo se opone ai estado creativo del ser.
Nuestra existencia puede ser equiparada a un iceberg. Sólo una décima parte de ella se muestra en la superficie y el resto está bajo las aguas, Estamos tan ocupados con la existencia superficial, que no tenemos ni el tiempo ni la inclinación para investigar las profundidades, donde se encuentra la mayor parte de nuestra existencia. Para investigar dentro de nosotros a tanta profundidad, tiene que haber cierta vigilancia alerta con respecto a las insinuaciones de estos niveles más profundos de la conciencia. Estas capas más profundas son las que controlan y moldean la acción. Estar ocupados meramente con las acciones externas de estas capas superficiales, origina contradicción destructiva. Estas contradicciones entre las diferentes capas de la conciencia contribuyen a la frustración y la desesperanza. Para escapar de la frustración, el pensamiento busca otras actividades y, de tal modo, multiplica la frustración. Ésta llegará a su fin sólo cuando todas las capas de la conciencia se relacionen entre si sin contradicción alguna. Así, pues, el conocimiento propio es esencial para liberarnos de la desgastadora frustración. El conocimiento propio trae júbilo y libertad.
Pregunta; ¿Qué es lo que acude cuando se va el nacionalismo?
KR1SHNAMURTI: La inleligencia. Lo que esta pregunta implica es qué puede sustituir al nacionalismo.. Toda sustitución es una acción que no genera inteligencia Sustituir un partido político por otro, una creencia religiosa por otra, un gurú por otro, un líder por otro, es un acto ele ignorancia.
¿Cómo cesa el nacionalismo o patriotismo? Sólo cuando comprendemos su plena implicación, tanto externa como internamente. Externamente, crea división entre las personas, división en clases sociales, razas, fronteras económicas, etc., originando finalmente disensión y guerra. Internamente, psicológicamente, el nacionalismo es el resultado del anhelo de identificarnos con algo más grande, siendo lo más grande la familia, el grupo, la raza, el país y la idea. Esta identificación es una forma de expansión propia. Viviendo en condiciones estrechas en una aldea o en una ciudad, usted es un don nadie. Pero, si se identifica con lo más grande, con una clase social, un grupo, un país — llamándose a sí mismo hindú, cristiano, musulmán — hay un sentido de gratificación por el prestigio que ello otorga a su vanidad. La necesidad psicológica de gratificación es la consecuencia de la pobreza interna. La expansión propia por medio de la identificación, engendra todo tipo de destrucción y daño. Al comprender este proceso, surgen la libertad y la inteligencia, no la sustitución.
Cuando usted sustituye la religión por el nacionalismo o el nacionalismo por la religión, ambos se convierten en medios de expansión propia y, por eso, nos conducen a la contienda y la infelicidad. Cualquier forma de sustitución, por noble que sea, da por resultado la ilusión. Sólo cuando comprendemos e! problema en sus diferentes niveles, tanto externos como internos, hace su aparición la inteligencia.
Pregunta: ¿Cuál es ¡a diferencia entre la percepción alerta y la introspección, y quién es el que percibe en la percepción alerta ?
KRISHNAMURT1: El examen de nosotros mismos con el fin de cambiar o modificar cosas, es llamado generalmente introspección. A la mayoría de la gente le complace mirar en lo interno con la intención de alterar las respuestas del “yo". En este proceso están siempre el observador y lo observado, teniendo el observador un fin en vista. En este proceso está involucrada no la comprensión de lo que es, sino sólo la transformación de lo que es. Cuando ese objetivo, esa transformación no se alcanza, hay depresión, frustración, ese peculiar mal humor que acompaña al proceso introspectivo. En esto tiene lugar siempre el movimiento acumulativo del "yo", el conflicto dualistico del cual no podemos liberarnos. En esta acción introspectiva está la batalla de los opuestos, en la que constantemente existen la opción y la lucha interminable que ésta engendra.
La percepción alerta es por completo diferente. Consiste en observar sin optar, sin condenar ni justificar. La percepción alerta es observación silenciosa de la cual surge la comprensión sin el experimentador y lo experimentado. En esta percepción, que es pasiva, el problema de la causa tiene la oportunidad de desplegarse y entregar la plenitud de su significado. En la percepción alerta no hay fin en vista que deba ser alcanzado y no hay devenir; por lo tanto, no damos continuidad al "yo" y "lo mío”.
En la introspección hay siempre mejoramiento propio, el cual origina egocentrismo. En el proceso de percepción alerta no hay mejoramiento propio; por el contrario, es la cesación de la personalidad, del “yo” y "lo mío” con sus idiosincrasias, sus recuerdos, búsquedas y exigencias. La autointrospección implica identificación y condena, opción y justificación. En la percepción alerta no existe ninguna de estas cosas. Ella es relación directa sin que medien la Ia persuasión, el agrado o el desagrado. Consiste en ser sensibles a la naturaleza, a las cosas, a la relación con la gente y las ideas Es una observación de cada sentimiento, pensamiento y acción a medida que surge de instante en instante. La percepción alerta no es condenatoria; en ella, la memoria no se acumula como “yo”. La percepción alerta es la comprensión de las actividades del sí mismo en su relación con las cosas, las personas y las ideas. Esta percepción es de instante en instante y, por lo tanto, no puede ser practicada; en consecuencia, no es el cultivo del hábito. Una mente atrapada en la red de los hábitos es insensible. Una mente que funciona dentro de un modelo de acción, carece de flexibilidad. La percepción alerta exige una vigilancia y una flexibilidad constantes.
La introspección nos conduce a frustraciones, al conflicto, a la desdicha. La percepción alerta es un proceso de liberación con respecto a las actividades del "yo". Para estar alerta a nuestras acciones diarias, a nuestros movimientos del pensar y sentir, para estar atentos a otra persona, es indispensable que exista en nosotros esa sensible flexibilidad que sólo adviene con el interés y la investigación. Para conocernos plenamente, no sólo una o dos capas de nuestra conciencia, tiene que existir esa percepción alerta, expansiva y tiene que haber libertad como para que se revelen las intenciones y búsquedas más secretas.
¿Quién es el que percibe en la percepción alerta? "En el estado de experimentar, no existen ni el experimentador ni la experiencia". Sólo cuando ha desaparecido el estado de experimentar, emergen el experimentador y la experiencia, una división que se produce en la memoria misma, Dado que casi todos vivimos a base de la memoria con sus respuestas, preguntamos invariablemente quién es el observador y quién es el que percibe. Por cierto, es una pregunta incorrecta, ¿no es así? En el instante del experimentar, no existen ni el “yo" que percibe ni el objeto de su percepción. La mayoría de nosotros encuentra extremadamente difícil vivir en un estado de experimentar, puesto que éste exige natural flexibilidad y un rápido movimiento del pensar y sentir, un alto grado de sensibilidad. Negamos todo esto cuando perseguimos un resultado, cuando el logro, se vuelve mucho más importante que la comprensión. Sólo aquél que no busca un objetivo, que se halla libre del espíritu mercantilista, que no está deviniendo, sólo un hombie así se encuentra en un estado de experimentar. Usted puede intentarlo consigo mismo y observará que en el experimentar no existen el experimentador y la experiencia.
El mejoramiento personal que genera el proceso de autoexpansión, jamás puede traer consigo la verdad Esta expansión propia es siempre autolimitadora. La percepción alerta es la comprensión de lo que es; lo que es en su existencía cotidiana. Sólo cuando usted comprende la verdad con respecto a su existencia de cada día, puede ir lejos. Pero, para ir lejos, debe empezar cerca. Sin comprender lo que está cerca, miramos el borroso, distante futuro, lo cual sólo trae confusión y desdicha.
Pregunta: El matrimonio, ¿ es una necesidad o es un lujo?
KRISHNAMURTI: El impulso sexual está legalizado por el matrimonio. La sociedad exige la protección de los hijos. Ésta es una de las razones de los así llamados matrimonios. El matrimonio también tiene lugar por motivos psicológicos. Uno necesita una compañía, una persona para poseerla, para dominarla, una persona que le dé a uno bienestar tanto psicológico como físico. De este modo, el hombre o la mujer dominan al otro y lo vuelven dependiente. La posesión, ya sea sexual o económica, nos gratifica y, por eso, se torna extraordinariamente importante en la relación, la cual conduce a todo tipo de angustias, desconfianzas y recelos. Cuando hay afán posesivo y búsqueda de gratificación no puede haber amor ¿Cómo puede haber amor cuando en nuestras actividades para ganarnos la vida somos despiadados, cuando en nuestros negocios somos astutos y competidores? Usted no puede explotar a su prójimo, matarlo de hambre, y después ir a su casa y tener el corazón lleno de afecto por su mujer y sus hijos. El explotar a otro destruye el amor por su mujer y sus hijos. Cuando los hijos se convierten en un medio para la perpetuación propia o son usados como autorrealización o tratados como meros juguetes, entonces no puede haber amor. Sólo el amor y la inteligencia pueden resolver el complejo problema del matrimonio.
Para comprender nuestros complejos problemas humanos, es necesario que haya amor. La mera legislación no puede originarla afectuosa inteligencia que genera comprensión en las relaciones. Usted no puede ser ambicioso y, a pesar de eso, sentir afecto. No puede ser un directivo de la industria, un político, el jefe de una organización, y ser compasivo. Nuestros problemas humanos requieren ser comprendidos, no censurados ni justificados. Esta comprensión llega cuando estamos alerta a lo que es.
Pregunta: ¿Quién es el que nos da de comer; sino el explotador? ¿De qué modo está usted libre de explotación, cuando explota al explotador?
KRISUNAMURTI: La explotación comienza cuando uno usa a otro para propósitos psicológicos. Toda explotación se basa en la pobreza interna del ser. No habrá explotación del hombre por el hombre, hasta que esta pobreza del ser sea comprendida. La explotación no cesará mediante la mera legislación. Habrá explotación en diferentes formas — en el hogar, en público — en tanto exista esta vacuidad psicológica. Cuando usted sea internamente rico, se contentará con poco, con las necesidades de la vida.
El interlocutor me pregunta si no estoy explotando al explotador. No creo que esté haciendo eso. Él me alimenta tal como yo me alimentaría a mí mismo si saliera a ganar dinero. No lo estoy usando como una necesidad psicológica ni los estoy usando a ustedes, el auditorio, como un medio de gratificación personal. Psicológicamente, no los necesito. Predico, y por esto recibo alimento, ropa y vivienda, tal como ocurriría si saliera a ganarme la vida para cubrir mis necesidades.
Donde no hay expansión de la personalidad, donde uno no usa psicológicamente al otro, no hay explotación. Uno se contenta con poco, no a causa de un ideal, sino porque internamente hay belleza, riqueza y éxtasis. Sin esta sencillez interna, el mero ponerse un taparrabo nada significa. Usted parece dar demasiada importancia a la explotación interna, y para impedir esta brutalidad hay leyes. La explotación psicológica es mucho más sutil, más dañina y destructiva; no puede ser eliminada mediante la legislación. Esta explotación cesará únicamente con la transformación del individuo. Tal transformación no es cosa del tiempo; está siempre en el presente. Con esta transformación interna, usted origina una transformación en el mundo en que vive, su mundo de relación.
Pregunta: El aquip.tainie.nto de Ja mente, ¿no es un requisito previo para la solución de un problema ? V la disolución del problema, ¿no constituye un condicionamiento para la quietud mental;'
KR1SHNAMURTI: “El aquietamiento de la mente, ¿no es un requisito previo para la solución de un problema?”. La mente no consiste en unas pocas capas de conciencia superficial. La conciencia no es tan sólo las torpes acciones de la mente. Cuando un problema es creado por la mente superficial, las capas superficiales tienen que aquietarse para poder comprenderlo, Cuando usted tiene un problema de negocios, ¿qué hace? Desconecta el teléfono, impide que su secretaria lo interrumpa y se dedica a estudiar el problema. Esto es lo que hace la mayoría de ustedes en relación con sus múltiples problemas Al estudiar el problema, sólo las capas superficiales se aquietan relativamente, al menos por el momento, únicamente cuando cada problema es comprendido por completo, el problema no deja residuo, recuerdo alguno. La conciencia es un proceso de experimentar, nombrar y registrar, todo lo cual es memoria. Este proceso prosigue todo el tiempo, tanto consciente como inconscientemente.
¿Cómo puede una mente aquietarse si no hemos comprendido lodo el contenido de la conciencia? La mente no puede ser aquietada mediante la disciplina, la cual no hace sino embotarla y fatigarla. Sólo cuando permitimos cada movimiento del pensar y comprendemos sus implicaciones, surge la quietud, Tal como el estanque se serena cuando cesa la brisa, asi la mente se aquieta en extremo y los problemas se disuelven, La quietud de la mente adviene sólo gracias al conocimiento propio, no mediante la negación o la aceptación, sino estando alerta a cada pensamiento y sentimiento. El cultivo de la quietud destruye la comprensión creadora. Si usted persigue la quietud, está ejerciendo la voluntad, la cual es el resultado del deseo; y el deseo, por su propia naturaleza, es perturbador. Cuando hay dolor, sólo invitándolo puede usted comprender la realidad, no si escapa de la aflicción.
Pregunta: Dado que la potencia motora en nuestra búsqueda es el interés, ¿qué es lo que da origen al interés? ¿Es el sufrimiento?
KRISHNAMURTI: Cuando no hay interés, no hay búsqueda. Esta búsqueda misma es devoción, No hay sendero devocional hacia la realidad; Donde hay búsqueda hay acción, y no hay un sendero separado de la acción. Donde hay investigación profunda en lo que es, existe la acción de la sabiduría, y no hay un sendero separado como sabiduría.
¿Cómo aparece este interés? La seriedad llega con la comprensión del dolor. La comprensión cesa cuando buscamos escapar del dolor. Este escaparnos mediante actividades sociales, gurues, diversiones y conocimientos, disipa la seriedad. La dificultad no está en comprender el dolor, sino en que disipamos nuestras energías tratando de vencerlo. Lo que es vencido, debe serlo una y otra vez, y así sufrimos una y otra vez. Sólo en la comprensión hay inteligencia. El sufrimiento en sí no nos conduce hacia la inteligencia. Únicamente cuando todas las formas de escapar del dolor han llegado a su fin — al enfrentarse al dolor encontrará usted que al principio hay una conmoción interna — y cuando la mente ya no escapa más del sufrimiento, las causas de éste se revelan y uno no necesita buscar la causa. Indagar la causa es otra forma de escape. Si usted está alerta al sufrimiento, entonces el contenido del sufrimiento se revela por si mismo. Cuanto más comprende uno el libro del sufrimiento, mayor es la sabiduría. Cuando escapamos del sufrimiento, estamos escapando de la sabiduría.
Sólo gracias a la percepción alerta y pasiva, se manifiesta la verdad, y la verdad libera del dolor al ser humano. La verdad trae consigo bienaventuranza, Toda acción positiva con respecto al dolor es una acción de escape. Sólo a través del pensar negativo — que es la más elevada forma del pensar — tiene lugar la disolución del dolor.
21 de marzo de 1948
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